domingo, 30 de enero de 2011

Real

Un día me desperté pensando en lo soñado, y soñé con una mariposa, una mariposa de enormes alas que sobrevolaba las flores, unas flores marchitas que miraban a la mariposa con envidia, pero con respeto. O eso parecía. La mariposa se posaba en estas flores, creyendo que iba a encontrar algo que le fuera útil. Sin embargo, no encontró nada. La mariposa continuaba su búsqueda.

Yo encarnaba aquella mariposa en el sueño... Pero ahora que lo pienso, no creo que sea un simple sueño.

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